top of page
Buscar

Mi camino, mis sueños, mi vida.

  • Lina C Vacca M.
  • 21 sept 2017
  • 3 Min. de lectura

No sé cómo empezar y la verdad no estoy segura que esta sea la manera más acertada de hacerlo, pero esta es mi primera nota y espero que sea lo suficientemente entretenida como para engancharlos en un nivel inocentemente básico y así quieran conocer mi historia. Mi nombre es Lina Vacca, tengo 29 años, amo la fotografía como amo la comida de mar, me resulta entretenido escribir con una buena cerveza al lado, ocasionalmente hago deporte, estaría encantada de vivir en una ciudad costera, la adoración de mi vida se llama Manolo, diría que tengo una afinidad muy grande con los temas acerca de la moda y para sobrevivir en esta hermosa jungla de consumo, trabajaba en una increíble agencia de publicidad como Líder de Cuentas....y si, dije trabajaba porque así fue hasta el 31 de julio de este año; por ahí va la historia.

Verán desde hace más o menos 1 año, he hablado con varios psicólogos porque desde que cumplí 27 años tengo altibajos en una crisis existencial que literal me ha quitado las ganas de vivir en varias ocasiones; así que bueno fui con varios psicólogos y me explicaban que el ser humano atraviesa 3 grandes crisis a lo largo de su vida y pues vamos que si...estoy atravesando una que se siente al triple, porque aparte resulta que soy hipersensible y le añado un poco de depresión a mi vida, la cereza del postre. En fin, uno de ellos que me conoce de toda la vida me ve y me dice: “¿qué te pasa?, ¿en dónde estás?, veo que físicamente estás aquí si, pero siento que has dejado a la Lina feliz y decidida colgada en alguna parte y has olvidado en dónde… es como que vives por inercia, porque toca, porque te diste por vencida en todo”. Palabras más, palabras menos…¡Boom! una pequeña-gran sacudida en mi vida teniendo en cuenta que mi familia ya estaba preocupada porque siempre lloraba y andaba de muy mal humor.

Entonces, inicié una pequeña terapia en donde el objetivo no era otro más que encontrarme de nuevo, encontrar un significado a mi día a día para sentir que levantarse y respirar de verdad vale la pena. Con paciencia y sobre todo confianza en mí misma, fui encontrando pedazos de sueños y metas que resultaron ser las huellas que me llevarían al lugar en donde había dejado colgada mi esencia, la Lina que siempre fui y la que siempre disfrutó vivir.

Entendí entonces que la dejé colgada por ahí porque todas esas ideas de felicidad que siempre le reproché a mi mamá como: tener casa, carro, beca y otros lujos que solo el dinero puede comprar y que además existe Mastercard (o sea si, endeudate y sé feliz), tomaron fuerza en mi cabeza hasta consumir mi día a día porque como dijo el Doc., me dí por vencida y solo me puse en modo automático a hacer lo que pensaba tenía que hacer para ser exitosa y feliz. Pues señores, no sé si les ha pasado pero los sueños y anhelos empiezan a querer salir como zombies del cajón en el que los dejaron guardados y enterrados, para pelear con la razón colectiva que te ha hecho actuar como robot y es ahí cuando empieza la pesadilla, las noches de llanto, las mañanas sin motivación o confusión porque no sabes si lo correcto es seguir ignorando al zombie o ser tú el zombie por la vida.

Al final tomé una decisión, que si me han leído con atención ya habrán sacado sus conclusiones fácilmente… Sí, me fui de muy millenial, muy loca, muy hija consentida de papá y mamá, entre otras denominaciones y renuncié a mi trabajo para ser empleada de mis sueños.

Es muy fácil juzgar, por eso quiero aclarar que si usted se “tocó” por lo que dije de zombies por la vida, no me refiero a que sea empleado y no emprenda porque: 1. si al final ese es su sueño, la tiene clara en la vida y lo hace feliz ¡pues felicitaciones!, ya quisiera yo estar completamente segura de todo lo que hago, y 2. Si todos tuvieramos los mismos sueños y metas, pues, este mundo sería un caos completo.

Tengo varias cosas por organizar para cumplir mi sueño, hay un largo camino por recorrer en el que seguramente tendré días buenos y muchos otros no tan buenos que me harán dudar de mi misma. Aquí es donde les dejo la invitación a que me sigan, me dejen sus opiniones y vean si pertenecen al 50% de las personas que me apoyan y me envían toda la buena energía o quizá hagan parte del 50% que cree que con el tiempo cerraré este blog y volveré llorando a buscar empleo.


 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Instagram Oh Happy Clothes
  • Facebook Oh Happy Clothes
bottom of page